Una de las claves para el abordaje pacífico de los conflictos es la identificación de los intereses y necesidades detrás de las posiciones. ¿Cómo podemos reconocerlos y utilizarlos para generar soluciones creativas?

Cuando tenemos un conflicto con otra persona, en general tendemos a ubicarnos en posturas contrarias que parecen ser inamovibles. Desde estas posiciones fijas que cada uno defiende, resulta difícil encontrar soluciones aceptables para ambos, e incluso es probable que lleven a aumentar el nivel de conflicto. Desde este enfoque, la resolución siempre tiende a generar un ganador y un perdedor.

Sin embargo, por debajo de esas posiciones tan rígidas y aparentemente irreconciliables, se encuentran los verdaderos deseos y necesidades en relación al conflicto. Por eso, cuando asistimos a una mediación, una de las tareas fundamentales de la persona que guía es indagar y encontrar los intereses detrás de esas posiciones. En este caso, el análisis del conflicto a través del diálogo es la herramienta que va a permitir encontrar soluciones creativas que sean beneficiosas para todos.

 

Las capas del conflicto: posiciones, intereses y necesidades

En mediación, cada parte suele llegar con sus percepciones acerca del conflicto, así como sus propuestas o expectativas propias: pedidos y ofertas concretas acerca cómo pretende que se resuelva el tema. Estas son las posiciones que cada uno expresa en un principio y que se presentan como innegociables. Estas posiciones responden a la pregunta “¿qué es lo que quiero o lo que no quiero?”. Por ejemplo: “quiero X suma de dinero”, “pretendo quedarme con x propiedad”, “No estoy dispuesto a compartir la tenencia”, etc.

Existe un estilo de negociación, llamado “competitivo”, que se centra en estas posiciones, sin dar importancia a las causas y motivaciones que nos llevan a sostener esa postura. La negociación competitiva se centra en el beneficio individual, generando ganadores y perdedores, y por ese motivo es probable que termine afectando el vínculo entre las partes.   

En mediación, en cambio, se usa la “negociación colaborativa”, un proceso que busca la ganancia común a través del trabajo sobre los intereses compartidos. Una vez expresadas las posturas, a través de preguntas estratégicas el mediador intenta encontrar las causas de esas posiciones expresadas por las partes: los deseos y las preocupaciones más profundas en torno a la resolución del conflicto. Por ejemplo, dentro de los intereses, los de mayor importancia son las necesidades básicas como la alimentación, la vivienda, la salud, el reconocimiento, etc.    

Los intereses hacen referencia a los motivos en los que se fundamentan las posiciones. Es decir que para poder encontrarlos podemos preguntarnos “¿por qué? o ¿para qué?”, en relación a cada posición manifestada. Por ejemplo: ¿Para qué voy a usar esa suma de dinero?, ¿por qué quiero quedarme con la propiedad? O ¿por qué no quiero compartir la tenencia de nuestro hijo?

A partir de ahí pueden surgir nuevas preguntas y repreguntas hasta llegar a una comprensión más profunda acerca del conflicto y sus distintas dimensiones. De esta manera, la resolución que encontremos va a resultar más efectiva al abarcar distintos aspectos que no estaban contemplados en las posiciones iniciales.

 

 

¿Cómo identificamos los intereses?

Si las posiciones son en principio la parte explícita del conflicto, es necesario explorar e indagar para poder encontrar los intereses y necesidades subyacentes. Para eso podemos seguir algunos pasos:

  • Una vez que cada parte expuso su postura frente al conflicto y sus expectativas sobre la resolución que pretende darle, vamos a usar las preguntas ¿Por qué? Y ¿para qué?, hasta llegar a desentrañar todos los posibles deseos y necesidades a satisfacer.
  • A partir de esto podemos hacer una lista con los diferentes intereses y darles un orden de prioridad. Esto nos va ayudar a no olvidar ningún aspecto y dar una respuesta a cada uno de ellos según su nivel de urgencia o necesidad.
  • Comparar los intereses de ambas partes según su clasificación: si son opuestos, diferentes, complementarios o coincidentes.
  • Una vez analizado el conflicto de este modo, las partes tienen una perspectiva más amplia y ordenada para poder generar propuestas que abarquen los distintos puntos, partiendo de la base de los intereses comunes.

Detrás de cada posición pueden existir múltiples intereses, pero así también de manera inversa: para cada deseo o necesidad podemos adoptar diversas posturas. Esa flexibilidad es la que puede ayudarnos a encontrar una mayor cantidad de opciones y propuestas, y finalmente elegir aquellas soluciones que resulten más favorables para todos.  

 


Referencias:

https://cv.uoc.edu/UOC/a/moduls/90/90_271/web/main/m2/v7_3_2.html

http://www.mediandum.com/negociacion/de-mis-posiciones-a-tus-intereses/

https://elletradosentado.com/2022/02/13/las-necesidades-y-las-posiciones-en-mediacion/

https://abogado-en-alicante.com/que-son-los-pin-posiciones-intereses-y-necesidades-en-la-mediacion/

https://www.unir.net/derecho/revista/posiciones-o-intereses-saber-diferenciarlo-es-clave-en-una-negociacion-en-derecho-de-familia/